A tí, que no viniste a mí serias especial. Como el parto sin cesaré con las ganas brutas de un nacimiento, indoloro. Has perdido una vida conmigo. No eres, ni siquiera, una semilla En mis paredes uterinas. A tí hijo, te escribo aunque no existas. Pero, igualmente no eres más que un sueño imaginario con todas las necesidades. Niño sombra niño pequeño mi estado no se lo que es estar embarazada con estrías por todo el cuerpo. Ni nombre te pude poner. Cómo serías! Te guardaría en mi pecho entre mi espada y mi vientre de mujer. Mi hijo de cara dulce y hermosa. No has nacido y te quiero extrañar. Por un tiempo restante. Grito a la vida! Por qué no fui madre? De un niño como tú. Me alterarias mi sueño nocturno y pasajero. No eres un niño de pecho solo eres un bulto en mi interior. Para mí hijo que jamás fue. Ya no eres de mí ser. Pero, hay algo que crece despacio. Son las ganas de haberte tenido entre mis interiores ovarios y mi útero perfumado. Serias un hombrecillo con semblante alocado. Fuiste malogrado por motivos inciertos Mi hijo que no nació.